lunes, 9 de abril de 2012

La Identidad de Kaya


La primera vez que escuché mencionar "La Identidad de Kaya", imaginé que se trataba de una historia con características épicas o mágicas, de esas que no solo maravillan a quienes gustan de este tipo de relatos, sino que también dejan una enseñanza o moraleja a quien las lee o escucha. Por tanto, apenas escuché el término, puse toda mi atención a descubrir de qué se trataba.

La verdad, no era nada de lo que imaginé. Ni siquiera parecido o cercano.

Sin embargo, al enterarme en qué consistía, no me decepcioné. Muy por el contrario: me pareció fascinante.

La citada "Identidad de Kaya", definida por los japoneneses Yoichi Kaya y Keiichi Yokobori, en su libro del año 1999  "Environment, Energy, and Economy: strategies for sustainability" ("Medio Ambiente, Energía y Economía: estrategias para la sostenibilidad"), es una expresión que permite conocer cómo interactúan 3 variables clave en temas energéticos para un país o zona geográfica cualquiera, y su impacto en las emisiones de CO2. Estas variables son:
  • el consumo de energía propiamente tal (E),
  • el desarrollo, medido a tráves del Producto Interno Bruto (PIB), y
  • la población o cantidad de habitantes (P)
Estas variables son relacionadas por los autores mediante una simple pero interesante fórmula (y que constituye la "Identidad de Kaya"):


Desde el punto de vista matemático, esta expresión señala que "las emisiones de CO2 son directamente proporcionales a la población (P), al ingreso per cápita (PIB/P), a la intensidad energética (E/PIB) y a las emisiones de CO2 en proporción al consumo de energía (CO2/E)". Pero lo interesante de la expresión es que cada término puede analizarse separadamente, ¿como? Veámoslo a continuación:

P: corresponde a la población en la zona geográfica bajo estudio en un momento dado. No requiere mucho análisis.

PIB/P: es el ingreso per cápita. Puede describirse, en términos simples, como la riqueza que produce la zona geográfica bajo estudio, en relación al total de personas que viven ahí. Su intepretación es que mientras más elevado sea el valor del PIB, mayor ingreso tendrán las personas y, por ende, mejor calidad de vida (sin considerar distorsiones como la mala distribución del ingreso, por ejemplo). Por el contrario: a menor ingreso per cápita, menos desarrollo económico y menos calidad de vida. Es decir, es deseable un ingreso per cápita elevado.

E/PIB: es la Intensidad Energética. Se interpreta como la cantidad de energía que utiliza la región analizada para producir US$ 1 de riqueza, y podría relacionarse, de alguna manera, con la eficiencia energética. Es decir, mientras más baja sea el consumo energético, y mayor la cantida de riqueza producida, mayor eficiencia en uso de la energía.

CO2/E: se define como el Índice de Carbonización, y que no es otra cosa que las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, en relación con la cantidad de energía utilizada (siempre pensando en la región de interés), o en otras palabras, qué tan limpia es el área bajo estudio en la medida que utiliza energía; así, a menor valor del este factor, menos contaminante es la zona.

Ahora bien, dado que estos factores pueden analizarse para un momento determinado, como por ejemplo un año específico, también pueden ser estudiados a lo largo de un intervalo significativo de tiempo, a través de una gráfica, para ver cuál es su comportamiento histórico.

Veamos el caso de Chile. Al utilizar datos del Banco Mundial, es posible ver el comportamiento del Ingreso per Cápita, de la Intensidad Energética y del Índice de Carbonización, los que se muestran en la Gráfica1.

(haz clic en la imagen para agrandar)


Veamos el comportamiento de cada variable por separado:
  • La línea amarilla representa el incremento de la población. Como puede apreciarse, éste ha sido sostenido en el tiempo, pero a un ritmo no muy acelerado. 
  • La línea azul representa el Índice de Carbonización, el que no ha presentado una variación significativa durante el período 1980 - 2008. Es decir, las emisiones de CO2 respecto a la cantidad de energía que utilizamos se han mantenido estable en el tiempo, pese a que existe un aumento sustancial de la demanda energética nacional. Ello puede deberse a la importante participación de hidroelectricidad en la matriz nacional de energía, la que durante su operación es prácticamente nula en cuanto a emisiones.
  • La línea verde representa la Intensidad Energética. El comportamiento de ésta permite aproximarse a la conclusión de que, para producir riqueza en el país, estamos siendo más eficientes en términos del uso de la energía. Como se ve, la tendencia es a la baja, lo que es un buen síntoma.
  • La línea roja representa el PIB per cápita. Es notorio que esta variable es la que mayor variación posee a lo largo de los años entre todas los términos bajo estudio. Se ha incrementado casi 5 veces desde el año 1980 a la fecha, lo que es un excelente indicador para el país.
 Ahora bien, al multiplicar año a año el resultado de las 4 variables anteriores, tal como propone la Identidad de Kaya, se obtiene como resultado las emisiones de CO2 para el país, lo que se representa en el gráfico con la línea negra. Como puede apreciarse, salvo en el período 1999 - 2001, se ha producido un incremento constante en las emisiones de CO2, lo que nos deja en una pésima posición como país que aspira al desarrollo sin preocuparse del medioambiente.

Pero, ¿cuál será el factor que incide en ese aumento progresivo del CO2? Si miramos la gráfica de nuevo, nos podremos dar cuenta de que el mayor ingreso per cápita podría explicar, bajo el enfoque de Kaya, que Chile contamine cada vez más. En efecto, de todas las variabes descritas, es la que mayor tasa de crecimiento tiene, y por ende, mayor incidencia en las emisiones de CO2.

Pero vayamos más allá. ¿En qué se relaciona para el caso de Chile una mayor riqueza con mayor contaminación? En que cuando mayor es el bienestar económico de las personas, éstas tienden a adquirir más bienes de consumo durable, como línea blanca, televisores de última generación, automóviles tipo 4x4 (de gran cilindrada), teléfonos inteligentes y un sin fin de productos, y todos ellos, o su gran mayoría, deben utilizar energía para su fabricación, para su transporte y para su utilización.


No es de extrañar, por tanto, que tengamos un mayor aumento de CO2 al elevar nuestro consumo de bienes, dado lo descrito en la última parte del párrafo anterior. Por ello, es necesario siempre preguntarse sobre si existe la necesidad real de adquirir tal o cual producto en la medida que nuestros ingresos aumentan, aun cuando es razonable que aspiremos de manera continua a acceder a mejor calidad de vida a través de esos bienes.
 
Por tanto, mantener un comportamiento de consumo dentro de lo racional no solo significará un ahorro para nosotros, sino que también se traducirá en un aporte a la disminución de emisiones de CO2 al medioambiente, en una reducción del impacto del calentamiento global, y a mejorar las perspectivas sobre un eventual cambio climático. Como ves, es responsabilidad de todos nosotros.

La "Identidad de Kaya". Fascinante, ¿no?